Este reloj centenario marca la estética de la parte más antigua del centro, fue construído en Francia durante la primera década del siglo XX. El diámetro de la esfera mide 91 centímetros, para ser bien visto y no llegar tarde al colegio.
Damos nuestro más sincero agradecimiento a AGUSTÍN OLÍAS GUTIÉRREZ, que tras un detallado estudio y un esmerado trabajo, ha puesto en funcionamiento este reloj centenario. Observad el antes y el después, si la parte externa llama la atención, su interior es todo un tesoro.
Estos fueron los trabajos realizados para su puesta en marcha:
Sustitución de una varilla de la transmisión, petroleado, limpieza y lubricado de todas las maquinarias; instalación del cableado de la sonería, instalación de una palanca duplicadora ya que la maquinaria no podía tirar del martillo de la campana; tarado de las esferas, restauración de ambas esferas, equilibrado del péndulo, regulación del conjunto de escape, comprobación del encasquillado y puesta a punto.
